Breviario de Comunicación Empática
? Carlos
de la Rosa Vidal
1.- Poner el corazón en las palabras:
Quien habla con y desde el corazón,
también se dirige al corazón de quienes lo escuchan. El poder de la sinceridad
y la convicción, entregados en la palabra, capturan al oyente, cual magia en
una exposición. Jamás se ha conocido de ningún orador sin entusiasmo natural
que mueva espontáneamente las pasiones de sus oyentes. Tal vez el tema tratado nos
remita a la historia y el patriotismo, pero en dos oradores distintos uno que
utiliza sólo razones y nada de pasión no igualará al segundo, quien tal vez sin
dotes de gran orador, sienta y haga sentir que nos habla desde el corazón.
2.- Interesarte sinceramente por el público:
Te diriges a personas no a un jurado
que va a condenarte. Interesarte por interesarlos es el gran secreto para
despertar a un genio orador. Quien da recibe, se recibe para dar.
3.- Procurar que el mensaje sirva para construir, jamás
para destruir:
La historia está llena páginas
sangrientas motivadas por las grandes dotes de liderazgo de quienes emplearon
la elocuencia para condenar y matar. También las mejores líneas del pasado la
escribieron personas que con las palabras movieron a las masas en favor de la
libertad, la paz y el amor.
4.- Reconocer que las palabras tienen poder y saber que
todos tenemos derecho a cambiar o evolucionar nuestras ideas:
Esto es mágico: Convierte a las
palabras en solo palabras cuando provengan para destruirte. Por otro lado las
palabras son poderosas cuando con ella construyes, sólo depende de nosotros
darle la importancia debida. El punto de perspectiva es esencial.
Si tú crees que las palabras son
ofensa, así serán. Si esas mismas palabras tú las consideras palabras sin vida,
así será. Las palabras tienen un poder irrefutable, sin embargo nuestra
respuesta es nuestra.
Además, en otro punto, tenemos derecho
además a evolucionar nuestras ideas, el cambio es permanente.
5.- Fomentar en todo momento la excelencia del ser humano:
Dirigirse a los demás conlleva la
responsabilidad de contribuir a engrandecer al ser humano. Si empleamos nuestra
comunicación para colaborar con este servicio, fomentaremos la calidad humana.
6.- Actuar con sencillez, los oradores auténticos no se
conducen
con soberbia:
Algunos consideran que conquistar con
dotes oratorias los hace superiores al resto. Nada tan alejado de la verdad.
Pues hablar debe servirnos para acercarnos a nuestros semejantes, jamás para
alejarnos. Se conquista más con miel que con hiel.
7.- Vivir comprometido con lo que se comunica:
Vivir en concordancia con lo
constructivo del tema que dominamos es una actitud de honestidad para con
nosotros y para con los demás. Quien sólo habla pero no hace es como quien
habla de vender y jamás ha vendido, o como quien enseña a cantar y jamás cantó
ni la cucaracha…
Despertar al genio orador no es
convertir a un tímido en un líder infalible, sino descubrir al comunicador
natural que hable desde el corazón, se interese por los demás y por él. Y que
además haga de cada palabra un instrumento para construir.